Hablaron las víctimas y he de reconocer que los retazos de la intervención de la presidenta de la asociación de víctimas del 11-M fue sobrecogedora. Las personas con las que tuve ocasión de comentar el tema coincidían de manera unánime con que la jornada había sido altamente emocionante.
La claridad expositiva, la rotundidad de las posiciones que se manifestaban y que respondían a necesidades ciertas de quienes de manera más directa habían sufrido el zarpazo del terror contrastaba con mucho de lo visto y oido hasta la fecha.
Al tiempo los políticos, algunos, volvieron a demostrar que son gentes de muy baja estofa. El inefable Zaplana tuvo a bien ausentarse (¿acaso sentía verguenza?), Pérez Pujalte estaba desaparecido y (¿rumiando el histrionismo al que se refería la interviniente?), la desconocida Castro Masaveu (por desgracia en Vetusta se sabe de sus andanzas) fue la encargada de dar la réplica ante la ausencia de sus inmediatos jefes, aquellos que hasta la fecha habían llevado la voz cantante en el sarao en que intentan convertir esta comisión de investigación (?).
Como parece que el surrealismo debe estar siempre presente en la política española hubimos de asistir a la comparecencia del presidente de la asocaciaón de víctimas del terrorismo quien no pareció enterarse de nada de lo dicho por quien le había precedido en el uso de la palabra. ¿A qué venían sus reflexiones sobre ETA?¿Acaso aún no se han enterado de que no hay nada, absolutamente nada que relacione a la banda vasca con el atentado del 11-M?
La claridad expositiva, la rotundidad de las posiciones que se manifestaban y que respondían a necesidades ciertas de quienes de manera más directa habían sufrido el zarpazo del terror contrastaba con mucho de lo visto y oido hasta la fecha.
Al tiempo los políticos, algunos, volvieron a demostrar que son gentes de muy baja estofa. El inefable Zaplana tuvo a bien ausentarse (¿acaso sentía verguenza?), Pérez Pujalte estaba desaparecido y (¿rumiando el histrionismo al que se refería la interviniente?), la desconocida Castro Masaveu (por desgracia en Vetusta se sabe de sus andanzas) fue la encargada de dar la réplica ante la ausencia de sus inmediatos jefes, aquellos que hasta la fecha habían llevado la voz cantante en el sarao en que intentan convertir esta comisión de investigación (?).
Como parece que el surrealismo debe estar siempre presente en la política española hubimos de asistir a la comparecencia del presidente de la asocaciaón de víctimas del terrorismo quien no pareció enterarse de nada de lo dicho por quien le había precedido en el uso de la palabra. ¿A qué venían sus reflexiones sobre ETA?¿Acaso aún no se han enterado de que no hay nada, absolutamente nada que relacione a la banda vasca con el atentado del 11-M?
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