Va ya para siete meses que no me dejaba caer por este mi blog debido en parte a la pereza y en parte a la sdiarias ocupaciones que no dejan muchas veces resquicios para este "divertimento" aunque no por ello las cosas por Vetusta van mejor.
A una deuda galopante se une la más rampante desverguenza de quienes nos gobiernan que continúan haciendo caja como si el "chollo" se les fuera a terminar de un momento a otro cuando llevan 14 largooooooooooooooos años en los que los carbayones asistimos impotentes a la desaparacición lenta pero inexorablemente de la ciudad en la que nacimos y no parece que la cosa se vaya a terminar de momento.
La última brillante idea de nuestro alcalde que no en vano es ingeniero de minas (ya saben esos que dicen que dios, además de todo lo que ya sabemos, es ingeniero de minas) es convertir nuestra querida ciudad en algo parecido a un queso de gruyere. Ya saben, perdida la oportunidad de hacer un metro, un gran y enoooooooooooooooorme agujero, se va consolando haciendo "agujerinos" un poco más "piquiñinos" pero que al final da la impresión de que le van a reportar los mismo beneficios que el "agujerón" (pardiez, ya parezco de Xixón) del nonnato metro.
Lo peor de todo esto no es que se haga personal caja, que ya de por si sería suficientemente grave como para que D. Gabino se pasase alguna "temporadina" en Villabona, sino que la ciudad de Oviedo siga acumulando plazas de aparcamiento cuya única finalidad parece ser la de acumular el polvo e incrementar una deuda municipal ya suficientemente desorbitada.
En fin esperemos que con la construcción del nuevo aparcamiento en la Plaza de la Gesta (cuando coño le cambiarán el nombre) no se nos vaya al carajo el auditorium "Príncipe Felipe" aunque quizás esto último no estaría mal si así consiguiéramos librarnos de tamaña fealdad.
A una deuda galopante se une la más rampante desverguenza de quienes nos gobiernan que continúan haciendo caja como si el "chollo" se les fuera a terminar de un momento a otro cuando llevan 14 largooooooooooooooos años en los que los carbayones asistimos impotentes a la desaparacición lenta pero inexorablemente de la ciudad en la que nacimos y no parece que la cosa se vaya a terminar de momento.
La última brillante idea de nuestro alcalde que no en vano es ingeniero de minas (ya saben esos que dicen que dios, además de todo lo que ya sabemos, es ingeniero de minas) es convertir nuestra querida ciudad en algo parecido a un queso de gruyere. Ya saben, perdida la oportunidad de hacer un metro, un gran y enoooooooooooooooorme agujero, se va consolando haciendo "agujerinos" un poco más "piquiñinos" pero que al final da la impresión de que le van a reportar los mismo beneficios que el "agujerón" (pardiez, ya parezco de Xixón) del nonnato metro.
Lo peor de todo esto no es que se haga personal caja, que ya de por si sería suficientemente grave como para que D. Gabino se pasase alguna "temporadina" en Villabona, sino que la ciudad de Oviedo siga acumulando plazas de aparcamiento cuya única finalidad parece ser la de acumular el polvo e incrementar una deuda municipal ya suficientemente desorbitada.
En fin esperemos que con la construcción del nuevo aparcamiento en la Plaza de la Gesta (cuando coño le cambiarán el nombre) no se nos vaya al carajo el auditorium "Príncipe Felipe" aunque quizás esto último no estaría mal si así consiguiéramos librarnos de tamaña fealdad.
