domingo, enero 09, 2005

Que no les llamen chorizos

Por Vetusta está visto que las cosas nunca cambian. Tras monumental bronca se ha conseguido descabalgar al anterior Jefe de Seguridad Ciudadana (léase policía municipal), fascista confeso y no arrepentido que veló armas en la brigada político-social de la dictadura franquista, aquella especie de gestapo, stasi o kgbe en versión cañí, y al que tras largos años de libertad se le acabó yendo la mano en la cosa esta de los contratos públicos y la esanciones y tasas.
El caballero de marras se ha descolgado con una carta lamento en la que habla de la persecución a que está sometido por parte de la oposición (se supone que la oposición está para controlar al poder), a él que tanto dió por esta ciudad pero no acaba de explicar cual era el sentido de adquirir munición como para un pequeño ejército personal, o diverso material para la uniformidad de los agentes de policiía y bomberos a precios bastante por encima de los de mercado y sin que en muchos casos los usuarios finales llegasen a recibir las prendas, o cual era la razón para que determinadas empresas no abonasen las tasas de los servicios de su área de responsabilidad. Todo eso creo que es malversación de fondos públicos en cualquier estado de derecho aunque ya se sabe que Vetusta es otra cosa, una cosa en la que mandan "los cataplines" de este pollo y los del Sr. Alcalde aunque en ocasiones los del Sr. de Luís se vean acompañados de la "charrasca" de reglamento.
Como no se podía dejar desamparado a tan probo funcionario el Alcalde lo nombra "asesor especial" con los mismos emolumentos que percibía como jefe del área de seguridad ciudadana y ello a pesar de que parece que se encuentra de baja por depresión. No estaría de más que nos aclarasen como es que esa dolencia que le impide ejercer su función funcionarial no le impide asesorar al alcalde (es muy posible que dadas las aficiones de ambos la asesoría se lleve a cabo en horas de "asueto" y alejadas del horario laboral normal).
Lo más triste de todo esto es que el probo funcionario llegó a la casa de la mano un alcalde de izquierdas (eso decía él al menos) D. Antonio Masip Hidalgo a la sazón diputado europeo en las filas de los socialistas europeos y que se sepa aún no se ha puesto "colorao" por endilgarnos a individuos como el Sr. de Luis.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El tal de Luis no llegó al ayuntamiento en mis mandatos como alcalde de Oviedo sino antes, mediante oposición administrativa en tiempos de mi predecesor, D. Luis Riera Posada.

Antonio Masip
antoniomasipeuropa.blogspot.com

Anónimo dijo...

De Balística


En los preparativos del golpe militar del 36, el General Sanjurjo parece que estaba preocupado por la escasez de armamento al que podría acceder en los primeros instantes. Sus potenciales aliados de Alemania e Italia desconfiaban de la eficacia de su obsesión por almacenar balas.

Hoy, cuando el Parlamento Europeo ha puesto en cuestión la integridad moral de uno de sus diputados, que ha dudado de la ilimitada crueldad de la invasión nazi de Francia, y hay quien sigue teniendo nostalgia de aquellos regímenes totalitarios, me pregunto ¿qué hacían miles de balas, pagadas insólitamente por adelantado, en los depósitos de una armería suministradora?

Me gustaría saber, por encima de la corrupción evidente que se persigue, si había alguien con tozudas obsesiones como las de aquel General, “Héroe del 10 de Agosto”, al que se le atribuye aquello de que “con franquito o sin franquito haremos nuestro movimiento”. Y es que la clave de los antiguos golpes de Estado, -Curzio aparte- siempre está en contar las balas.

Puede que lo de la Policía Municipal sea una simple corruptela más pero no deja, de momento, de ser una cuestión delicada y quizá peliaguda, lo niegue Agamenón o su reinares.

“¡Con las armas no se juega!”; al menos no se debía…

ANTONIO MASIP, eurodiputado.

Anónimo dijo...

De Espías


Dicen que Sir Anthony Blunt, uno de “los cinco de Cambridge”, fue de los escasos grandes espías descubiertos cuyos actos han quedado para siempre impunes. Será quizá el paso del tiempo- la prescripción-, el fin de la guerra fría, su amplia cultura, la renuncia a sus convicciones y el consiguiente perdón, y en último término, el miedo a lo que pudiera cantar.

El espionaje, en la literatura y en el cine, es uno de los géneros de mayor atracción popular. Greene y Le Carré se encuentran entre mis preferidos. En la vida real, Sorge, Kim Philby, Abel, Cicero…fueron personajes apasionantes que en algún caso, como el primero de los citados, encarnaron un héroe al que la Humanidad debe tanto; en otro, se encuentra un simple y lamentable mercenario o ladronzuelo a su vez engañado.

Lo peor son las alcantarillas del espionaje, y también, a su nivel, los aficionados a organizar sus propios servicios en cualquier circunstancia y ciudad. En la nuestra, parece que el pequeño poder tampoco se sustrajo a la tentación de vigilar especialmente a cargos públicos: el seguimiento a una destacada Teniente de Alcalde hasta la Villa del Adelantado para arrebatarle la llave de la Corporación, el secuestro del ex -marido de una edil en un concejo limítrofe, que se arregló compensándole su violenta y comprensible reacción, la revelación de los datos fiscales de un antiguo concejal con nombre de fotógrafo, la connivencia con los que pintarrajearon con gruesas palabras la sede de la oposición, y un largo etcétera…hasta, por fin, el seguimiento de empleados y sindicalistas díscolos.

Este tipo de servicios no tienen nada de baladí, ni serán glosados por ningún novelista o poeta. Alguien debería, no obstante, eliminar el olor anticonstitucional de la cloaca.

Blunt, desde luego, no es de aquí, ni nadie tan culto o sensible se dedica por estos pagos al espionaje de condición rastrera y bajo vuelo. No cabe, asumir impunidad protectora, ni distraer la atención denigrando al denunciante y utilizando ilícitamente los datos que como autoridad local custodia. Ni mucho menos es tolerable la atenuación valorativa de una conducta tan grave.


ANTONIO MASIP, eurodiputado.

Haxtur De As dijo...

Agradezco muchísimo la aclaración de D. Antonio Masip aunque he de decir que no nos aclara si fue él mismo o D. Luis Riera el que nombró Jefe de la Policia Municipal al tal filibustero y antiguo miembro de la brigada social.
En cualquier caso si no fue el Sr. Masip quien nos introdujo al individuyo en cuestión mil disculpas.
Finalmente recordar a nuestro eurodiputado el caso de otro personajillo de infausto recuerdo y del que tengo la absoluta certeza que el chollo funcionarial, inicialmente al menos, se lo debe a él personalmente: D. Juan Vega ¿Se acuerda de este personaje D. Antonio?
Haxtur .'.

 
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